Usar ciclodextrinas, unos oligosacáridos que se obtienen de la degradación del almidón y que actúan estimulando a los cultivos celulares para la producción de fitoesteroles y otros compuestos bioactivos beneficiosos para la salud.
Esta ha sido la patente desarrollada por la licenciada en Biología, Ana Belén Sabater-Jara y las doctoras Lorena Almagro y Mª Angeles Pedreño de la Universidad de Murcia y el doctor Roque Bru de la Universidad de Alicante.
«Este procedimiento biotecnológico constituye una alternativa novedosa e innovadora frente a las técnicas de extracción clásicas, ya que se trata de un sistema de producción estable, independiente de la estacionalidad y de los factores climáticos y geográficos de los que dependen las plantas que se cultivan en el campo», según declara Pedreño.
Los fitoesteroles son particularmente abundantes en el reino vegetal ya que están presentes en los frutos, semillas, hojas, tallos y raíces de prácticamente todos los vegetales conocidos. Por este motivo, también están presentes normalmente en nuestra dieta.
Se estima que la ingesta diaria de fitoesteroles, que es muy variable ya que depende de los hábitos alimentarios de la población, se encuentra en un rango que oscila desde los 160 mg/día hasta los 500 mg/día.
Efectos de los fitoesteroles en la salud
Investigaciones previas realizadas sobre el resultado que los fitoesteroles tienen en la salud humana han puesto de manifiesto que tienen un efecto hipocolesterolémico (reducción de los niveles de colesterol en sangre), ya que disminuyen tanto el colesterol total como el ligado a proteínas de baja densidad (LDL), por lo que su ingesta previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Actualmente, existen otros estudios que indican que los fitoesteroles poseen propiedades inmunomoduladoras que podrían ser beneficiosas para la prevención del cáncer de colón, de mama y el control de la hiperplasia prostática benigna.
Esta tecnología también se puede aplicar para obtener los compuestos bioactivos de algunas plantas silvestres ya que cultivando estas plantas in vitro en el laboratorio y aplicando el procedimiento para su estimulación se obtienen los compuestos beneficiosos para la salud y se evita la sobreexplotación de esa especie vegetal que podría conducir finalmente a su extinción. Un ejemplo del éxito industrial alcanzado en este sentido es la producción de taxol que es un compuesto muy utilizado en la quimioterapia contra el cáncer.